jueves, 28 de julio de 2016

(∂ + m) ψ = ♡

Esta es la ecuación de Dirac, y es la más bonita de toda la física. Ella describe el fenómeno del entrelazamiento cuántico, que afirma que "si dos sistemas interaccionan entre ellos durante cierto período de tiempo y luego se separan, podemos describirlos como dos sistemas distintos, pero de una forma sutil se vuelven un sistema único. Lo que le ocurre a uno sigue afectando al otro, incluso a kilómetros de distancia o años luz".
Esto es el entrelazamiento cuántico o conexión cuántica. Dos partículas que, en algún momento estuvieron unidas, siguen estando de algún modo relacionadas. No importa la distancia entre ambas, aunque se hallen en extremos opuestos del universo. La conexión entre ellas es instantánea.

Curiosamente es lo mismo que ocurre entre dos personas cuando les une un vínculo que solo los seres vivos pueden experimentar. Todavía se desconoce cómo actúa esta relación a la que llamamos amistad.

Castle

Estás tan ocupada levantando muros para protegerte de todo lo malo que pueda haber fuera que no te has dado cuenta de que te has quedado atrapada dentro, completamente sola.

Je t'AIME

"Me apoyo en la pared y me cubro la cara con las manos. ¿En qué estabas pensando?  No puedo evitar que se me llenen los ojos de lágrimas. ¿Por qué lloro? Me dejo caer al suelo, enfadada conmigo misma por esta absurda reacción. Levanto las rodillas y las rodeo con los brazos. Quiero hacerme lo más pequeña posible. Quizás este disparatado dolor sea más pequeño cuanto más pequeña me haga. Apoyo la cabeza en las rodillas y dejo que las irracionales lágrimas fluyan sin freno.  Estoy llorando la pérdida de algo que nunca he tenido.  Qué ridículo. Lamentando la pérdida de algo que nunca ha existido... mis esperanzas frustradas, mis sueños frustrados y mis expectativas destrozadas".

E. L. James.


Bola de cristal

No me importa cuál sea la alternativa a estar contigo. No me importa la situación  en la que te encuentres. Lo mala que sea. Me da igual. Te prefiero. Prefiero andar kilómetros contigo que ir en un Porsche al fin del mundo sin que tú estés en él. Prefiero sentarme a tu lado en el sofá viendo "El secreto de Puenteviejo" que estar en esa fiesta sin ti. Prefiero llorar contigo por no ir a donde las dos sabemos, a ir sin ti. Preferiría que preparásemos unos sándwiches y nos sentáramos en el césped rodeadas de hormigas a ir al restaurante más lujoso del mundo si no voy a comer contigo en él (aunque los sándwiches lleven mayonesa). Preferiría, siempre y sin excepción, estar en el mismo lugar que tú. Me da igual que no me guste, me da igual. Debajo de un puente, muerta de hambre, calor o frío. Bajo la lluvia, en plena tormenta. Aunque tenga otra opción infinitamente mejor. Todas esas cosas que odio, las hago por ti. Y por nadie más. Ni siquiera por mí misma, y lo curioso es que no importa el lugar, lo poco o nada que me guste, porque si estamos juntas me encanta. Y eso, jamás llegarán a entenderlo. No llegarán a comprender que para mí no existe un "¿hasta qué punto la quieres?". No existe porque no hay un límite, no hay una línea que no traspasar. No hay algo que no esté dispuesta a hacer. Te prefiero.

Cartas para Lucía


"Te juro que es verte la cara y mi alma se enciende".
En realidad llevo toda la mañana intentado plasmar en una foto de las dos lo que significó el día de ayer. Intentado describir lo que sentí. Intentando. Porque se queda en eso. En el intento. No soy capaz, te lo prometo, de encontrar letras que se unan de la manera exacta para verbalizar la plenitud de mi alma. Así que desisto en ello. Y me quedo con todos esos sentimientos para mi, para ti, y para ella. Porque pase lo que pase siempre vais primero. Y a pesar de todo, el día de ayer fue tuyo, mi niña. Tuyo. Y tuyo todo mi tiempo. Y mis sonrisas. Y mis caras de felicidad al verte feliz a ti. Y nuestras escapadas de la multitud para ver el atardecer rosa que te iluminó la cara (aunque el móvil lo vea naranja, pero bueno. Eso también se queda en nuestra retina).
Mi niña. La niña de mis ojos.
"Te juro que es verte la cara y mi alma se enciende"

Cartas para Lucía

Tu sola presencia espanta mis demonios. Con el simple hecho de estar ahí ahuyentas cada fantasma que me aprieta fuerte. Porque tus brazos aprietan más. Aprietan mejor. Tú, que eres toda luz, como un sol, alumbras cada rincón de mi existencia. Sin dejarte nada. Ni una sombra. "Te juro que es verte la cara y mi alma se enciende". Mi niña, ojalá pudiera explicar lo que siento cuando te tengo justo enfrente, con cara de "estoy tramando algo, ¿estás preparada?". Por más preparada que esté, siempre, siempre, siempre me vas a sorprender. Con un abrazo que me derrite. Con un beso que me deja con cara de "Nina, ¿que te pasa?". Con un masaje de "sé que estás cansada de subirme para que vuele, pero si te masajeo la espalda ya tienes fuerzas, ¿verdad?". Con un "¡choca surfera!, que se te va la ola...". En fin. Miles y miles de posibilidades entre tu ilimitada capacidad de hacerme feliz. ¡Feliz! Qué fortuna en los tiempos que corren sentir felicidad. Que fortuna tenerte. Tú me salvas, mi pequeña gran wonderwall.

Plus que ma propre vie.

Cartas para Lucía

Cada año que pasa me doy cuenta. No podré jamás hacerte un regalo que pueda alcanzar lo que tú me das con solo respirar. Con existir. Con sonreír. Con mirarme. Jugar conmigo. Llamarme Nina. Darme un besito. Chocarme la mano, o que quedemos en el intento, ¿eh, surfera?  No podré jamás. ¿Sabes? Contigo es diferente. Es especial. Indescriptible. Te quiero tanto que me da miedo. Miedo por las cosas que estaría dispuesta a hacer por ti. Ese tipo de amor. Incondicional. Irracional. Sin intereses. Puro. Puro y fuerte. Irrompible.
Mi princesa. Mi niña. La niña de mis ojos.
"Te juro que es verte la cara y mi alma se enciende".
Te quiero. ¡¡Más que a mis ojos!!


Felices 4 (4-06-2016)