"Te juro que es verte la cara y mi alma se
enciende".
En realidad llevo toda la mañana intentado plasmar en una
foto de las dos lo que significó el día de ayer. Intentado describir lo que
sentí. Intentando. Porque se queda en eso. En el intento. No soy capaz, te lo
prometo, de encontrar letras que se unan de la manera exacta para verbalizar la
plenitud de mi alma. Así que desisto en ello. Y me quedo con todos esos
sentimientos para mi, para ti, y para ella. Porque pase lo que pase siempre
vais primero. Y a pesar de todo, el día de ayer fue tuyo, mi niña. Tuyo. Y tuyo
todo mi tiempo. Y mis sonrisas. Y mis caras de felicidad al verte feliz a ti. Y
nuestras escapadas de la multitud para ver el atardecer rosa que te iluminó la
cara (aunque el móvil lo vea naranja, pero bueno. Eso también se queda en
nuestra retina).
Mi niña. La niña de mis ojos.
"Te juro que es verte la cara y mi alma se
enciende"