domingo, 3 de noviembre de 2013

La procesión va por dentro.

Tanto la oscuridad como la luz va por dentro. Porque esa es la única manera de que te des cuenta quién te quiere y a quién le importas de verdad. Porque si estás triste se te notará en la oscuridad de tus ojos, y si estás feliz lo notarán, porque irradiarás luz de tu mirada. Nunca debes enseñar mucho un momento de debilidad ni presumir demasiado de un instante de felicidad.