miércoles, 9 de marzo de 2016

Puntitos luminosos

¡Mira eso! Hay muchos puntitos. Por todas partes. ¡Qué multitud! Son muy bonitos. A través ellos se ve lo que hay detrás. Se ve algo hermoso, es impresionante. Pero... ¡guau! ¿Te has fijado en ese que brilla tanto? Todos los puntitos son increíbles, pero ese sobrepasa los límites. No es que deje ver a través de él, es que literalmente, ¡te ilumina! Desprende una luz abrumadora, más que ninguno. Es mágico. Como el sol. Me recuerda mucho a las personas. De entre tantas de ellas buenas que hay a mi alrededor, una siempre brilla más. ¡Qué digo una! Pero si soy súper afortunada, me considero rica. Porque de pequeña yo veía que el millonario siempre llevaba cosas doradas alrededor del cuello, en sus dedos, en las muñecas... ¡incluso en los dientes! Y oía decir que eran ricos porque tenían más cosas doradas que nadie, pero ahora he caído en la cuenta que ellos solo tenían dinero y joyas. ¿Y yo? Yo tengo personas doradas. Ese es el dorado que me hace rica a mí. Personas que están para reír conmigo. Para bailar. Para soñar. En los buenos momentos. Para llorar. Para apoyarme. Para no dejar que me de por vencida. Para levantarme, o sentarse conmigo. Incluso para recoger los pedacitos de mis guerras perdidas. En los malos momentos. Yo sí que soy rica. Porque mi tesoro es infinito. No se puede calcular, no se puede medir.

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