jueves, 3 de marzo de 2016

Babi y Helen

De esas veces que piensas en alguien y te entran unas irremediables ganas de abrazar a esa persona. Da igual que haga menos de una hora del último abrazo. Y saber que se lo das y lo vas a recibir con fuerza. Pura energía. Porque eso son los abrazos. Capturadores de toda la magia que se une. De las emociones más profundas. Cabe tanto en un abrazo que es misión imposible describirlo. Yo estoy ahora mismo pensando en vosotras. Pensando en los 20 años de vida que llevamos. Y... ¿qué cantidad de cosas hemos hecho? Contando cualquier cosa. Millones. Billones. Todas esas cosas, por pequeñitas que fueran, nos iban dirigiendo a un sitio u otro. Y yo pienso, ¿cómo es posible que os haya encontrado? ¡Cómo! Por más que pienso y pienso no lo entiendo. 20 años. 20. Viviendo en la misma ciudad. Y ni siquiera había oido vuestro nombre. ¿Dónde habéis estado todo este tiempo?Todas las cosas malas que tuve o tengo en mi vida se ven equilibradas con creces gracias a vosotras dos.