sábado, 11 de julio de 2015

Susurró...

Ese momento... en el que ves a esa persona alejarse, ya de espaldas, doblando esa esquina. Cuando ya te ha dicho lo siento, y te ha dado un beso en la frente de eterna despedida. Ese momento en que sientes un sudor frío en la nuca, suspiras quedándote sin un ápice de aire en tu interior. Y todo se torna en silencio, solo puedes sentir los latidos de tu corazón acelerándose. Ese momento en el que tu cabeza habla sola. Es entonces cuando ocurre la pelea entre dos partes de ti. "Es inútil", es lo único que puedes pensar. Que se acabó y que no tienes ganas tan siquiera de intentarlo. Y, cuando estás apunto de coger aire de nuevo y darte por vencida, te quedas nuevamente paralizada, sintiendo cómo el oxígeno va llegando hasta el fondo de tus pulmones en forma de energía, puedes sentir cómo la sangre se va adueñando de esa energía y cómo llega al corazón. Entonces lo oyes claramente: "Inténtalo", susurra el corazón. Entonces toda la adrenalina queda libre, y corres. Para que empiece una historia o, simplemente, para que no acabe jamás.